NO HACER DIFERENCIAS

En el capíotulo 2 de la carta de Santiago, nos habla de tener cuidado de no hacer distinciones, entre las personas que concurren a nuestras reuniones. Esta también es una prueba, en este caso se está probando, nustras actitudes con los demás, nos confronta con la realidad de las apariencias, como los tratamos, cuales son nuestras excusa, para nuestro proceder. Recordemos que nuestro Señor jamás hizo diferencia entra las personas que se acercaban a él, nunca rechazó a alguien por ser pobre, o por ser rico, trató con el mismo amor a Nicodemos y de igual manera Bartimeo. Muchas veces se presenta la excusa de que a esa persona no se le puede dar demasiado confianza, no sea que nos comparen a nosotros con ellos. Subestimar a los pobre e ignorantes, porque nos creemos más sabios, que ellos, y con mucho más razó si se trata de nuestros hermanos en Cristo. Avergonzándolos delante de los demás, es una gran injusticia, y cuan a menudo se hace eso. Dios nos está poniedo a prueba cuando nos manda a alguien que apartentemente es despreciable, pero no olvidemos lo que dice Santiago, los pobres, son ricos en fe y son los que responde mejor al Señor. Cuando dice que los ha elegido, para que hereden su reino, es porque el Señor mira el corazón y no las apariencia, no lo que el hombre mira. Por el contrario los ricos, como creen que no necesitan de nadie, suelen menospreciar a ls personas y a Dios mismo. Por otro lado cuando hay un problema entre un pobre y un rico, es seguro que ellos los ricos saldrán ganado, porque tienen los recursos. Nuestra sociedad está llena de esas situaciones, cuantos pobres pagan condenas siendo inocentes, y otros muchos porque tienen dinero, compra a los jueces y abogados para quedar en libertad. Recuerda que esto también pone a prueba nuestra integridad. ¿ hacemos distinciones ? ¿ subestimamos a los demás?

El cristiano confrontando las provocaciones....

Santiago l: 19-26 "Por esto mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar y tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios" vs. 19 y 20 Cuando alguien nos provoca, haciéndonos algo o diciéendonos algo que nos ofende, ¿ como reaccionamos? Este tipo de pruba es para calificar nuestro caracter, hasta donde hemos llegado en nuestro crecimiento espiritual. Sin duda este es uno de los más difíles enfrentamientos, hay tres cosas que se nos pide: Prontos para oir, es decir oir bien y no intepumpir, porque podemos estar escuchando mal o interpretando mal lo que se nos ha dicho o hecho. Si hemos entendido bien y en verdad nos ofendieron a propósito. Debemos mantener la calma par detener el enojo o la agresión. Dice Proverbios: la blanda respuesta aplaca la ira y mas la palabra áspera, hace subir el furor" Asi que tenemos que ser tardos para airarnos, porque la ira del hombre, no obra, o no da lugar a que obre la justicia de Dios. Siepre es asi, si no es en el momento, puede ser despues cuando Dios hace justicia con esa persona y con nostros también. Más adelante se nos dice que tenemos que ser hacedores de la palabra y no solamente oidores, engañádonos a nosotros mismos: Tenemos que pedir la gracia a Dios para resistir al mal, y no responder de la misma manera, sino dejar que Dios responda por nosotros. Alguien dijo: es preferible perder un argumento, pero ganar un nuevo amigo pues asi ocurre generalmente

lo que nos enseña sobre las pruebas, Santiago apostol

En la carta de Santiago 1: 12-18, encara el tema sobre las tentaciones y que según el contexto del pasaje, es "cunado uno es tentado" No diga es tentado por Dios, porque Dios no tienta a nadie ni es tentado por el mal. A primera vista tentación es sinónimo de prueba, porque probar y tantear son lo mismo, pero aquí plantea el tema de cuando uno es tentado, por sus propias concupiscencia es atraído y seducido. Según San Pablo la concupiscencia es codiciar (Romanos 7: 7 versión 60) Dice que uno es atraído y seducido y que que cuando la concupiscencia a concebido, da a luz el pecado, y el pecado siendo consumado da a luz la muerte, separación de Dios, separación de la vida y posteriormen separación del cuerpo, muerte. Entonces es bienaventurado el que resiste la tentación. Pero gracias a Dios que él no nos dejará ser tentado más allá de lo que podemos resistir, sino que junto con la tentación, nos dará la salida para que podamos resistir ( 1 Corintios 10: 13) Un ejemplo de ello es José y muchos de los héroes del capitulo 11 de Hebreos. Entonces la salida es resistir, como decía hace poco el Kaká el futbolista brasileño: No voy a negar que muchas veces fui tentado, pero me propuse con mi novia, que guaradaríamos la pureza y virginidad hasta el casamiento. Pedro diría: Resistid al diablo y el huirá de vosotros. Esto no significa que la tentación que responde desde adentro de nosotros, seal el sexo, pero es lo que hoy con más frecuencia se produce por la promoción y exposición que se hace de el. También está la codicia por el dinero, uno de los mayores males que azota a la humanidad. Pero esto será tema de otra presentación en el blog. Dios bendiga mis lectores

Las pruebas en la vida del cristiano

Santiago dice: Hermanos mios, tened por sumo gozo cuando os halleis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa ( mantenla mientras estás pasando la prueba) y si alguno le falta sabiduría, (en esta situación) pidala a Dios, el cual da a todos abundantemente....pero pida con fe, no dudando nada. Todo esto es muy rico en contenido, pareciera que ya la solucción está dada. Recordemos que el gozo no se debe perder, porque es obra del Espíritu Santo, la alegría se puede perder, pero no el gozo. Dice claramente que es la fe la que está siendo probada, como fue probado Job, para ver si somos pacientes para alcanzar las promesas de Dios. Cuando pedimos más fe, recordemos que Dios puede permitir la prueba para enriquecer nuestra fe. Veamos lo que dice Pedro: 1 Pedro 1: 3-7 Entonce descubrimos por estos dos pasajes que las pruebas por lo general vienen de Dios, para acrecentar nuestra fe. Pero muchas veces las pruebas o situaciones difíciles las provocamos nosotros mismos, por no hacer lo que Dios nos indica, o personas muy cercanas a nosotros nos aconcejan y nosotros la deshechamos, por creer esa persona está equivocada. Yo podría contar infinidad de casos en los que pasé por tribulaciones, por desoir el consejo de Dios o de un amigo.