LOS NUEVOS TIEMPOS

Durante estos días estoy motivado y siento en el corazón, que hablar del tiempo de Dios, es lo que realmente urge. La razón es que el tiempo se pasa, el Señor viene, y yo aquí detenido, usando argumentos como los israelitas en el tiempo de Hageo, decían: No ha llegado aun el tiempo para que la casa de Dios sea reedificada...Hageo 1: 2. Dios les contesta: ¿Es para vosotros tiempo, para edificar vuestras casas artesonadas y esta casa está desierta.?..meditad bien en vuestros corazones. Me llama la atención que Dios no les recrimina por esa actitud, sino que les dice que mediten, reflexionen. Luego les dice algo que es para nosotros también: Subid al monte y trae madera y reedifica la casa y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado. Eso es todo lo que nos pide Dios para sacarnos de la pasividad. Meditar, hacer una evaluación, considerar sobre tu primer amor, que está sucediendo con vuestra vida, mira de donde has caído, y arrepiente. Subid al monte, porque en el Monte de Jehova será provisto, trae madera, los elementes para edificar la casa de Dios, y pondré mi voluntad en ella. Podemos decir que cuando esto sucede, la vuluntad de Dios se hace más evidente, más clara, más nítida para nuestras vidas. Yo me siento feliz de haber escuchado este llamado postrero y poderlo obedecer, le doy gracias que me tenga en cuienta entre tantos servidores que tiene en el mundo, yo el más pequeño, como decía Pablo, que me ha tenido por fiel poniendome en el ministerio y en este tiempo, tiempo de Dios, que me haya recomisionado para atender un sector de su Iglesia. Gracias Señor, estoy tan agradecido por esto que no encuentro palabras para alabarle y glorificarle y decirle te amo Padre mío