LOS TIEMPOS DE DIOS NO SON LOS NUESTROS

Cada vez estoy más convencido de esta verdad, no somos nosotros los que ponemos las condiciones y los tiempos, El tiene un tiempo para cada cosa ( Eclesiastés cap. 3 ) Entonces no hay razón para estar ansiosos por lo que va a suceder y menos aún de lo que vamos a tener. Todos estaremos de acuerdo en que tenemos que proyectarnos, marcar metas, tener un prpósito claro de lo que Dios quiere, pero no debemos pretender indicarle los tiempos a Dios, no podemos decirle haslo ahora, porque el tiempo lo pone Dios. No puedo mandar a Dios que haga lo que a mí me parece, Dios sabe muy bien lo que tiene que hacer y cuando. Lo que parece una demora, es el tiempo que Dios está preparándonos para algo más grande, y hermoso; nosotros somos la materia prima con la cual El está trabajando, somos la piedra que El está puliendo; para que aprendamos la paciencia para alcanzar las promesas. Saul se apuró, perdió la paciencia tuvo dudas y perdió el reino. Por eso el salmista dice: " En tus manos están mis tiempos" Dios pondera la paciencia de Job, y lo pone como ejemplo junto a Daniel y Moisés, hombres que supieron esperar en Dios, lo que debemos hacer cuando nos parece que la solucción no viene, es echar sobre el Señor nuestras cargas y él nos sustentará Salmo 55: 22